TESTIMONIOS
Un día por la tarde fui a visitar a la señorita
Santiaga Martínez que es muy devota del Dr. José Gregorio Hernández. Ese mismo
día me relato los milagros que le ha hecho a su familia.
Primer Testimonio:
-Mi sobrino Fernando Martínez para el año 1997 tenía 20 años de
edad cuando el Dr. Hernández le hizo un
milagro, ya han pasado 15 años desde ese día…. Recuerdo que presentó un fuerte
dolor abdominal, llevándolo de inmediato a la clínica Valencia Plaza, el doctor
que lo atendió le dijo que era una apendicitis aguda y había que operarlo de
inmediato. Le mando a hacer una radiografía y cuando el radiólogo se la
hizo…. ¿Cuál fue la sorpresa? Vio el
rostro del Dr. José Gregorio Hernández en la radiografía. Le repitieron la
radiografía y volvió a salir el rostro del Venerable.
Continuando con su relato dijo:
-De inmediato le llevaron la
radiografía al doctor que lo iba a operar en la Clínica Valencia Plaza, el
doctor sorprendido le preguntó a la mamá de Fernando que si ella era devota del
Dr. José Gregorio Hernández y ella le contestó que no porque ella era Testigo
de Jehová. El doctor tratante le dijo a
la mamá de Fernando que ese milagro había que publicarlo, pero ella no aceptó.
Y una vez que a Fernando le hicieron la radiografía pidió comida porque tenía
mucha hambre, le volvieron hacer la radiografía y ya había sanado por completo
de la apendicitis aguda que tenía.
Hasta el momento no ha enfermado
más. Su oración vino por la abuela Narcisa Briceño de Martínez y yo que si
creemos en el Dr. José Gregorio Hernández.
PLACA DONDE APARECE EL DR. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
PLACA DONDE APARECE EL DR. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
Segundo Testimonio
El 10 de abril de 2006 Josefina
Martínez y yo fuimos a visitar al Hospital Central en Valencia estado Carabobo
a una amiga que se encontraba en terapia intensiva porque el esposo de la
enferma nos llamó y nos dijo que oráramos por ella. Antes de llegar a la emergencia
Hospital Central en Valencia Josefina Martínez se cayó boca abajo, yo trate de levantarla y un señor de flus
marrón, sombrero marrón claro, zapatos negros bien pulidos con un pañuelo en el
bolsillo; pero por mi mente no me imaginé que era el Dr. Hernández. Cuando
trate de levantar a mi hermana el doctor José Gregorio Hernández me dijo que no
hiciera fuerza porque yo estaba sufriendo de un desgarre muscular en un brazo.
Él la levantó, pero no me di cuenta para donde se fue. Enseguida quise avanzar pero
el pecho lo tenía lleno de aceite y escarcha. A mi hermana le bajo la virgen
Rosa Mística a los tres días de haber ocurrido esto y la virgen dio un mensaje
en la casa donde vivimos a mí y a todos los que estaban presentes. Yo le di las
gracias a la virgen Rosa Mística porque mi hermana no se había fracturado nada.
Luego la virgen me dijo que ese señor que levanto a mi hermana era el Dr. José Gregorio Hernández, ahí me di
cuenta que el médico de los pobres y como soy devota de él de la emoción se me
salieron las lágrimas.
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