Además de la
funcionalidad y el diseño gráfico, un sitio Web no debe olvidar que la base de
su éxito está en los contenidos que ofrezca a su audiencia.
Nuestra cultura altamente audiovisual,
sumada a un intrusivo marketing que bombardea nuestros sentidos cada segundo,
pueden ser la causa de la exagerada importancia que le damos al movimiento,
al color y a la forma. Por eso es tan común que un
cliente que nos contrata para la realización de su sitio Web, lo primero que
espera (y tal vez lo único) es el boceto gráfico.
Un
cliente siempre espera ver el boceto gráfico de su sitio. ¿El texto? Ignorado.
Nos encontramos frecuentemente con caras de
sorpresa cada vez que explicamos que el boceto lo entregaremos solo después de
haber realizado un riguroso proceso de arquitectura de información y de
recopilación de contenidos. Pero cuando nuestros clientes ven el resultado,
entienden que la claridad, pertinencia, eficacia y calidad de contenidos,
inciden de una manera directa en:
·
La asociación que el
usuario hace de su experiencia particular en el sitio con la empresa. El principio es simple: así como es el sitio, es la
empresa, sus servicios y productos. Es una variación de la máxima del saber
popular que dice que las cosas se parecen a su dueño.
·
La generación de
confianza y credibilidad en los servicios o productos. Crear confianza es la conjugación de entregar un
mensaje claro y conciso que coincida con las necesidades de los usuarios y la
verdadera oferta del emisor del mensaje.
·
El posicionamiento de
su sitio Web en los principales motores de búsqueda. Finalmente, la gente busca contenido. O ¿usted
amigo lector ha buscado alguna vez en Google palabras como "sitio bonito y
con movimiento", "página web animada y alegre" o "logo
dando vueltas sobre su propio eje"? Recuerde su búsqueda más reciente en
Google. Buscó contenidos, ¿verdad?
¿Qué se considera un buen contenido
para la web?
No
solo nos referimos a textos cuando hablamos de contenidos.
Los contenidos para la Web pueden ser gráficos,
multimediales y textuales. Se consideran que estos son buenos contenidos para
la web en cuanto:
·
Están concebidos para Internet.
·
Se ajustan a los objetivos del sitio.
·
Dan respuesta a las necesidades y
tareas del usuario.
·
Tienen una buena producción.
·
Respetan los estándares y la
accesibilidad Web.
En el caso específico de los contenidos textuales,
la Web tiene un estilo editorial propio, diferente al impreso. La resolución de
pantalla (72 dpi normalmente), los pocos segundos promedio por página, la
ruptura en la linealidad del sitio y, ante todo, el poder de determinación del
usuario, exigen escribir textos que permitan una lectura rápida. Por supuesto,
un buen diseño tipográfico ayudará a la eficiencia en la lectura.
El
contenido de la Web es mucho más que un brochure impreso.
Es común que los sitios empresariales o
institucionales hereden los textos desarrollados para un brochure o portafolio
impreso. Pero debemos tener en cuenta que así como la construcción del lenguaje
radial no se adapta al formato televisivo, ni el televisivo a la prensa
escrita, los contenidos web deben tener una construcción particular que atienda
los retos y a la vez aproveche las bondades del medio.
Así que cuando piense en contratar el "diseño
de su sitio Web", no olvide exigir el "diseño de contenidos",
antes que cualquier boceto gráfico.
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